"You're going to need a bigger boat."

"You're going to need a bigger boat."

sábado, 26 de diciembre de 2009

Películas recién vistas: LOS ABRAZOS ROTOS


Tras el éxito de Volver (la única película que recuerdo de la filmografia reciente del manchego que se puede tutear con mi favorita entre las suyas, la magistral ¿Qué he hecho yo para merecer esto?), Pedro Almodóvar entrega un nuevo melodrama en su inimitable estilo: Los Abrazos Rotos. Un acertado título para una película que, lamentablemente, no engancha, sorprende ni encanta tanto como su anterior film.

Lleno de referencias cinéfilas, de los amaneramientos habituales relacionados con la estética (colores, ropa, comida, objetos) y con numerosas caras conocidas de su troupe habitual en pequeños papeles, desde la incombustible Chus Lampreave a Rossy de Palma, Los Abrazos Rotos hilvana las vidas y las historias de varios personajes: Ernesto, un poderoso magnate empresarial (José Luis Gómez) y su hijo Ernesto Jr. (un grotescamente caracterizado Rubén Ochandiano); Magdalena, una secretaria y aspirante a actriz (incomensurable Penélope Cruz, el alma de la película, como ya sucedía en Volver); Mateo (Lluís Homar), director de cine, y Judit (esa actriz colosal que es Blanca Portillo, la inolvidable Agustina de Volver).

Transitando los caminos del melodrama más clásico, las pasiones desatadas tanto de Mateo como de Ernesto hacia Magdalena precipitarán una sucesión de tragedias. La muerte de Ernesto, años después de los sucesos que destrozarán la vida de Mateo hasta hacerle perder hasta su identidad (y su vista), hará salir a la luz algunos secretos que hasta entonces habían estado muy bien guardados...

El problema de Los Abrazos Rotos es que no sorprende demasiado. Al contrario que Volver, un film de Almodóvar hasta el último detalle pero en el cual el amaneramiento formal quedaba mucho mejor dosificado y siempre al servicio de una historia igualmente melodramática pero mucho más tractiva y mucho mejor resuelta, en Los Abrazos Rotos hay numerosos momentos en los que Almodóvar se abandona a la estética, y ello hace que la película resulte un tanto lenta. Su nudo argumental tarda bastante en plantearse, y pese a la agilidad que propicia habitualmente la narración mediante flashbacks, el film resulta irregular.

Algunos momentos están excelentemente resueltos mientras que otros adolecen de cierta morosidad, precipitación y exageración formal (la confesión de Magdalena ante Ernesto, por ejemplo, demasiado "peliculera", o el poco inspirado modo de resolver la escena del relato que hace Judit a Mateo y su hijo). Todo en el guión es melodramático, y lo que es peor, en muchas ocasiones resulta forzado. Incluso se puede decir como punto en contra que la "película dentro de la película", recurso nada novedoso, parece también una película del segundo manchego más universal del mundo (empatado con Sara Montiel) tras don Alonso Quijano.

Uno de los grandes alicientes de la película es la presencia de Penélope Cruz, magistral como en Volver, en un rol menos agradable y más contenido que Raimunda, pero que podría dar mucho más juego del que da en el guión y que, creo yo, es el mejor personaje del film y por ello merecería que toda la película girase a su alrededor, cosa que no sucede. El resto del reparto cumple bien su cometido, aunque algunos papeles son algo previsibles (por ejemplo el de José Luis López). Redundante resulta, tanto en el momento presente de la acción como en los flashbacks, la presencia de un Ruben Ochandiano como Ernesto Jr. caracterizado de manera que resulta imposible simpatizar con él.

No hay comentarios: