"You're going to need a bigger boat."

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jueves, 6 de octubre de 2011

RODEADO DE CELULOIDE presenta… IDENTITY, SUPREMACY AND ULTIMÁTUM: LA TRILOGíA DE BOURNE

He aquí algunas breves reflexiones sobre las tres películas que componen la saga del bueno de Jason Bourne, disponibles en un cómodo pack a precio estupendo en tu tienda habitual.

Sus directores y guionistas esquivan bien la tentación de caer en las típicas tonterías de película de acción americana de hoy, y optan por un ritmo vibrante y un tono tenso y realista, sumergiendo al espectador en una intriga en la cual el misterio de la verdadera identidad del amnésico Bourne da lugar a numerosas persecuciones, peleas, tiroteos y demás descacharre de todo tipo, todo ello excelentemente rodado por Doug Lyman (la primera entrega) y Paul Greengrass (la segunda y la tercera).

Como buenos filmes comerciales, "los tres Bournes" reúnen un amplio reparto de actores y actrices secundarios bien conocidos y competentes: Brian Cox, David Strathairn (soy fan), Julia Styles, Joan Allen, Adewale Akinnuoye-Agbaje (sabes quién es, lo que pasa es que no te suena su nombre), Scott Glenn, Franka Potente, Chris Cooper, Karl Urban, Clive Owen, Daniel Brühl, Albert Finney… además, naturalmente, del absoluto protagonista, Bourne en persona: Matt Damon, perfecta elección para un papel de héroe a contracorriente.

El bueno de Bourne viaja más que el baúl de doña Concha Piquer, como se decía antes: Nueva York, París, Londres, Berlín, Goa, Madrid (divertidísima la escena de Bourne llamando a la policía), Tánger, Moscú… y eso contribuye al aire molón de las tres películas. Edificios, monumentos, coches… un saludable aroma a buen thriller europeo impregna la producción, pese a estar presente, entre otras, la compañía de Kathleen Kennedy y Frank Marshall, conocidos socios de Steven Spielberg. Ese ambiente de thriller a la europea le sienta de cine a la trilogía, inspirada al parecer bastante libremente en las novelas homónimas de Robert Ludlum.

Los filmes ilustran a la perfección hasta dónde pueden llegar hoy en día los gobiernos y los servicios secretos gracias a inventos como la moderna tecnología digital, la red Echelon y las miles y miles de cámaras de seguridad que adornan cualquier ciudad hoy en día. Tendrá sus detalles "peliculeros", naturalmente (y no digamos si hablamos de lo resistente que puede llegar a ser la suspensión de un Mini, por ejemplo...), pero le saca muy buen partido al asunto tecnológico, y los tres films mantienen un ritmo trepidante, con escenas de acción estupendamente resueltas.

Si quizás, después de tanto salto, pelea, carrera, tiroteo, intriga, tensión y destrozo, el descubrimiento final de la identidad de Bourne antes de ser Bourne es algo decepcionante (y a día de hoy, tampoco es excesivamente original el argumento de "creamos al asesino perfecto y luego resulta que nos sale rana"), cierto es que el viaje de casi seis horas hasta ello resulta trepidante y entretenido a más no poder. Y de eso se trataba, ¿no?

Y cerramos, como las tres películas, con EXTREME WAYS, de Moby.

2 comentarios:

David dijo...

Eeeh! Pues sí, creo que vi las tres (y la segunda, dos veces porque la había visto ya). Y te iba a comentar lo del mini, pero ya lo has dicho tú (hay una pelea en la cocina de un francés o un belga o qué sé yo, un antiguo compañero, que me hizo gracia).
Aparte de Strathairn, Cooper (soy fan)... curioso porque los dos suelen trabajar con Sayles.
Un saludito.

Mikel dijo...

Ayy, John Sayles, dónde estás...? Se te echa de menos! Y por cierto, yo también soy fan de Chris Cooper! Gracias por el comentario, David!